Cuando su hijo tiene artritis juvenil (JA)
A su hijo se le ha diagnosticado artritis reumatoide juvenil (JA, por sus siglas en inglés). La JA también se conoce como artritis idiopática juvenil (AIJ) o artritis reumatoide juvenil (JRA). La JA significa que el recubrimiento de 1 o más de las articulaciones de su hijo están inflamadas, lo que causa dolor e hinchazón. La JA afecta a niños de entre 1 y 16 años de edad. Con mayor frecuencia, se desarrolla en niños menores de 5 años. La JA es una afección crónica, lo que significa que no hay cura. Sin embargo, los síntomas de la afección pueden manejarse para ayudar a su hijo a vivir una vida normal. Un niño con JA puede ser derivado a un proveedor de atención médica que trata trastornos musculoesqueléticos en niños (reumatólogo pediátrico). O es posible que su hijo consulte a un proveedor de atención médica que trata los problemas óseos y articulares en niños (ortopedista pediátrico).
¿Cuáles son las causas de la JA?
La JA es una enfermedad autoinmunitaria. Esto significa que el sistema inmunitario de su hijo comienza a atacar las células propias del cuerpo. La causa de esta enfermedad se desconoce actualmente. La JA tiende a ser hereditaria. Algunas formas de artritis idiopática juvenil son más frecuentes en las niñas.
¿Cuáles son los síntomas de la JA?
La JA tiene exacerbaciones y remisiones. Esto significa que los síntomas aparecen y desaparecen con el tiempo. Los síntomas pueden incluir:
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Articulaciones hinchadas y rígidas, especialmente después de despertarse de dormir
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Articulaciones doloridas o dolorosas, a menudo las rodillas o articulaciones en las manos o los pies
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En algunos casos puede ocurrir fiebre alta, ganglios linfáticos hinchados o erupción en el tronco, lo cual suele empeorar por la noche.
Cuando la enfermedad aparece por primera vez, el niño puede tener síntomas que afecten todo el cuerpo (sistémicos). Estos pueden incluir fiebre que se intensifica y luego disminuye, una erupción rosada que aparece y desaparece, y ganglios linfáticos inflamados .
¿Cómo se diagnostica la JA?
El proveedor de atención médica examinará a su hijo. También le preguntará sobre los antecedentes médicos y los síntomas de su hijo. Para un diagnóstico de JA, la hinchazón o el dolor articular deben durar al menos 6 semanas por vez y se deben descartar todas las demás afecciones posibles. Su hijo también debe tener menos de 16 años de edad.
No hay una prueba específica para diagnosticar la JA. Pero algunas pruebas pueden ayudar con el diagnóstico:
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una radiografía, RM o gammagrafía ósea busca cambios en los huesos o hinchazón en las articulaciones.
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A veces, los análisis de sangre se realizan para detectar ciertos “marcadores” (signos) de la enfermedad. Los análisis de sangre también pueden descartar otras afecciones que pueden causar dolor articular.
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Se pueden realizar otras pruebas para descartar otras afecciones posibles.
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Se realiza un examen ocular cuando se diagnostica la JA . La JA puede afectar los ojos, por lo que será necesario controlar regularmente la salud ocular del niño.
¿Cómo se trata la JA?
Un equipo de proveedores de atención médica a menudo participa en el tratamiento de la JA. Este equipo puede incluir al pediatra o al proveedor de atención médica de familia del niño , un ortopedista y un reumatólogo. El objetivo del tratamiento de la JA es controlar los síntomas y prevenir el daño en las articulaciones. Las opciones de tratamiento incluyen lo siguiente.
Ejercicio
Mantenerse activo ayuda a mantener los músculos sanos. También ayuda a mantener una buena amplitud de movimiento en las articulaciones. Durante las exacerbaciones, es posible que su hijo no esté tan activo debido al dolor. Su hijo no debe realizar ciertas actividades durante las exacerbaciones. Esto protegerá las articulaciones. Los proveedores de atención médica de su hijo pueden analizar esto con usted.
Medicamentos para controlar los síntomas
Es posible que su hijo deba recibir medicamentos regularmente para prevenir y controlar los síntomas. Estos incluyen:
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AINE (fármacos antiinflamatorios no esteroideos). Estos incluyen aspirina, ibuprofeno y otros medicamentos disponibles de venta libre. El proveedor de atención médica le recetará la dosis. No administre aspirina a un niño con fiebre.
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FARME (fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad). Estos pueden recetarse si los AINE no alivian los síntomas. Los FARME ayudan a evitar que los síntomas empeoren. Pero pueden tardar semanas o meses en aliviar los síntomas. Debido a esto, a menudo se toman junto con un AINE. Su hijo deberá ser vigilado atentamente cuando tome estos medicamentos.
Medicamentos para las exacerbaciones
Los medicamentos con corticosteroides generalmente se usan para una exacerbación. Se administran mediante:
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Inyección. El proveedor de atención médica extrae líquido de la articulación. Luego, se inyectan corticosteroides en la articulación.
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Boca o i.v. Estos medicamentos ayudan a controlar los síntomas graves. Los corticosteroides no deben utilizarse durante períodos prolongados ni interrumpirse de repente. El proveedor de atención médica de su hijo le dirá cómo debe su hijo usar estos medicamentos y cómo disminuir la dosis de manera segura.
Fisioterapia
Un programa de ejercicios regulares, movimiento de las articulaciones, y masajes puede ayudar a aliviar los síntomas y prevenir las exacerbaciones. Usted y su hijo trabajarán con un especialista en rehabilitación (fisiatra) o un fisioterapeuta para diseñar este programa. La fisioterapia puede ayudar a aliviar los síntomas durante las exacerbaciones.
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Los ejercicios de amplitud de movimiento ayudan a mantener la flexibilidad de las articulaciones. |
Férulas
Es posible que su hijo deba usar una férula sobre la articulación afectada para ayudar a proteger la articulación y aliviar los síntomas. Si se indica una férula, su hijo generalmente la debe usar solo en su casa, para no tener que sentirse “diferentes” en la escuela o en el juego.
¿Cuáles son las inquietudes a largo plazo?
Un niño con JA necesita controles regulares durante toda la niñez para ayudar a prevenir problemas. Esto incluye exámenes oculares regulares y llevar un registro de los riñones. El equipo de atención médica estará atento a problemas de crecimiento en las articulaciones afectadas. Y las articulaciones afectadas necesitan observación cuidadosa durante toda la vida de su hijo. El daño a la articulación eventualmente puede necesitar un reemplazo de articulación. Su hijo puede ayudar a controlar cualquier daño mediante el manejo de los síntomas y recibiendo fisioterapia.
Cómo lidiar con la JA
La JA puede afectar el progreso de su hijo en el desarrollo escolar y social. También puede afectar a otros miembros de la familia. Para ayudar a facilitar las cosas:
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Trate a su hijo con normalidad e igual que a otros hermanos. No le dé a su hijo con JA tratamiento “especial”.
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Explíquele a su hijo que la JA no es su culpa. La enfermedad no se produjo por nada que hayan hecho.
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Siga todas las instrucciones y no cambie el plan de tratamiento sin hablar con el proveedor de atención médica de su hijo u otro miembro del equipo de atención médica. No haga cambios basándose en la sugerencia de otro padre. Lo que funciona para 1 niño puede no funcionar para otro niño.
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Si los medicamentos recetados causan efectos secundarios o no alivian los síntomas, consulte al proveedor de atención médica de su hijo sobre otras opciones.
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Trabaje en estrecha colaboración con la escuela de su niño para educar al maestro y a sus compañeros de clase sobre la JA. Algunos niños con JA faltan a la escuela durante períodos prolongados durante las exacerbaciones. Trabaje con la escuela y los maestros de su hijo para ayudar a evitar que se retrase. Por ejemplo, es posible que desee conservar un conjunto adicional de libros de texto en su casa.
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Aliente a su hijo a participar en ejercicio y actividades. Los deportes en equipo u otras actividades grupales ayudan a mantener las articulaciones fuertes y flexibles. También ayudan a su hijo a desarrollar habilidades sociales.
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Busque unirse a un grupo de apoyo para padres e hijos con JA. Estos grupos le dan a su hijo la oportunidad de conocer a otros niños con la enfermedad. También le permiten hablar con otros padres que están lidiando con la JA.
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Considere recibir asesoramiento para usted y su hijo. Tener una enfermedad crónica puede ser muy difícil de manejar. Hablar con un profesional puede ayudarlos a usted y a su hijo a superar emociones como el miedo, la tristeza y el enojo.
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Para obtener más información, comuníquese con la Fundación para la artritis (Artritis Fundación) en www.arthritis.org.
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