¿Qué es la pubertad?

La pubertad es la etapa de la adolescencia durante la cual un niño comienza a desarrollarse sexualmente hasta convertirse en adulto. Por lo general, comienza entre los 9 y los 14 años en las niñas, y los 12 y los 16 años en los niños. Dura alrededor de 2 a 5 años.

Mi hija tiene 15 años y no le ha venido el período. ¿Debería preocuparme?

Los períodos no comienzan hasta que han madurado todas las partes del sistema reproductor. En EE. UU., las niñas comienzan a menstruar a los 12 años aproximadamente. Sin embargo, es normal que las niñas comiencen a tener el período en cualquier momento entre los 8 y los 16 años. Algunas niñas comienzan a desarrollarse después de la mayoría de sus compañeras. Otras se desarrollan antes. Generalmente, esto es normal y no es un problema. El proveedor de atención médica de su hija puede supervisar su maduración y estar atento a posibles problemas. Es importante que lleve a su hija a hacerse chequeos de rutina frecuentes. Si tiene preguntas o preocupaciones sobre el crecimiento y desarrollo de su hija, hable con el proveedor. Si a su hija no le ha llegado la menstruación al cumplir los 16 años, debe tener una cita para hablar de esto con el proveedor de atención médica. 

Mi hijo está muy malhumorado. ¿Es normal que me ocurra esto?

El mal humor es muy común durante la pubertad. Podrá observar cambios de la personalidad en su hijo. Es posible que su hijo esté menos dispuesto a pasar tiempo con usted, le interese mucho menos conversar con usted y quizás desarrolle nuevos intereses. Todos estos cambios son normales. Aunque el mal humor es esperable, algunos cambios de estado de ánimo pueden indicar un problema grave llamado depresión . Los síntomas de depresión pueden incluir lo siguiente:

• Perder el interés en las cosas que antes disfrutaba

• Llorar a menudo

• Alejarse sus amigos y familiares

• Estar enojado o enfadado

• Sacar notas más bajas o no participar en las actividades escolares que solía disfrutar

• Hablar de sentirse inútil o sin esperanza

Si nota alguno de estos signos, lleve a su hijo a ver a su proveedor de atención médica de inmediato.

¿Qué puedo hacer para seguir siendo parte de la vida de mi hijo?

Lo mejor que puede hacer es hablar con su hijo con frecuencia. Incluso si su hijo está malhumorado o no quiere hablar, siga conversando con él y pregúntele sobre su vida. Es importante que su hijo sepa que usted está allí para guiarlo en lo que puede ser un momento difícil. Haga un esfuerzo para lo siguiente:

• Saber quiénes son los amigos de su hijo.

• Saber cómo pasa el tiempo su hijo.

• Limitar el tiempo que el niño pasa viendo televisión o en la computadora a 2 horas al día. Lo ideal es no dejar que su hijo tenga un televisor o una computadora en el dormitorio. Coloque la computadora y el televisor en una zona común, donde su uso pueda monitorearse. Considere no permitir que su hijo tenga su teléfono inteligente en su habitación. 

• Planificar un momento en familia al que se espere que todos asistan. Por ejemplo, una comida, un juego u otra actividad. Pasar tiempo en familia diariamente, si es posible, o al menos varios días a la semana.

• Preguntarle a su hijo sobre su día.

No se desanime si al principio su hijo no responde. Lo importante es que le quede claro que usted está interesado y disponible para hablar. Una forma de iniciar una conversación es preguntar sobre eventos de actualidad en lugar de tratar de hablar de asuntos personales. Esto le permite a su hijo hablar de sus sentimientos y experiencias sin sentirse presionado por el hecho de que su vida es el centro de la atención.

Mi hijo de 16 años presta mucha atención a su apariencia. ¿Es normal que me ocurra esto?

Los adolescentes se centran mucho en su aspecto durante la pubertad. Durante la pubertad, es importante que su hijo se bañe regularmente para ayudar a prevenir los olores corporales. Esto también es útil para la piel grasa. Por lo tanto, debe fomentar los hábitos de higiene de su hijo. Pero debe desalentarlo a que se obsesione con su aspecto y su imagen. Anime a su hijo a vestirse apropiadamente para su edad. Limite el uso de maquillaje. Tenga en cuenta que su hijo puede parecer maduro físicamente, pero todavía está desarrollándose emocionalmente.

¿Cuánto debo hablar sobre sexo?

El sexo puede ser un tema incómodo para hablar entre padres e hijos. Pero es importante que su hijo obtenga información por su propia seguridad y salud. Hágale saber a su hijo que está dispuesto a hablar en cualquier momento; luego, espere hasta que el niño saque el tema. También puede darle un libro o folleto de alguna fuente fidedigna para que lo lea por su cuenta. Pero asegúrese de estar disponible para responder preguntas. Si no se siente en condiciones de hablar con su hijo sobre sexo, lleve al niño a su proveedor de atención médica para conversar sobre el sexo y temas sexuales.

A mi hijo le están creciendo los senos. ¿Por qué está sucediendo?

Aproximadamente 3 de cada 5 varones desarrollan tejido mamario en uno o ambos lados del pecho durante la pubertad. Esto se conoce como ginecomastia. Podría resultarles doloroso físicamente así como vergonzoso. Tranquilice a su hijo diciéndole que este tejido mamario es común y completamente normal. Por lo general, desaparece 1 o 2 años después de que aparece. Si su hijo tiene mucho dolor u otras preocupaciones, llévelo al proveedor de atención médica.

¿Cómo debo preparar a mi hija para su período?

La aparición de las menstruaciones es una parte normal de la pubertad. Para que el miedo asociado a esta transición sea menor, hable con su hija sobre la menstruación antes de que comience. Hágale saber lo siguiente:

• Que los períodos menstruales son normales y no debe temer

• Cómo usar productos como toallas sanitarias y tampones

• Cómo lidiar con los calambres

• Que puede conversar con usted acerca de sus períodos menstruales

Mi hijo suele encerrarse en su habitación con llave. Creo que se está masturbando. ¿Debería preocuparme?

Durante la pubertad, cuando suben los niveles de hormonas, el interés en el sexo aumenta enormemente. La masturbación (darse placer sexual a sí mismo) es una manera frecuente en que los niños y las niñas exploran su propia sexualidad y los cambios de sus cuerpos. Es muy normal y no es perjudicial para su hijo. Pero puede ser incómodo hablar de ello. Es bueno que su hijo sepa que está disponible para responder preguntas.